Realizado el Taller “Imprescindibles: el papel de la mujer en la historia de la astronomía”

El pasado jueves, 14 de marzo, se llevaba a cabo esta actividad, programada en origen en el mes de octubre como parte de la programación del Día de la Mujer Rural, y que tuvo que posponerse debido a las condiciones meteorológicas.

Durante la realización de este taller se visibilizó las aportaciones de las mujeres a la astronomía, la ciencia que estudia los astros, y que ha sido tradicionalmente dominada por figuras masculinas en los libros de historia. Sin embargo, como conocieron las asistentes al taller, detrás de muchos descubrimientos y avances significativos en este campo, se encuentran las contribuciones notables de mujeres cuyo trabajo ha sido fundamental para nuestra comprensión del universo. Desde la antigüedad hasta la era moderna, las mujeres han desafiado las barreras sociales y han dejado una huella indeleble en el vasto firmamento de la astronomía.

Ya en la antigüedad, las mujeres desempeñaron un papel importante en la astronomía, a menudo a través de roles relacionados con la observación y el registro de fenómenos celestes. Por ejemplo, en la antigua Mesopotamia, sacerdotisas como Enheduanna, hija del rey Sargón de Acad, se destacaron por sus observaciones astronómicas y la redacción de himnos y textos que contenían registros de eventos astronómicos importantes. En la Edad Media, las mujeres continuaron contribuyendo al conocimiento astronómico, a pesar de las limitaciones impuestas por las normas sociales de la época. Por ejemplo, en el siglo XI, la astrónoma y matemática árabe Fatima al-Madrasa realizó importantes trabajos en astronomía observacional y la creación de instrumentos astronómicos.

Durante el Renacimiento, algunas mujeres lograron superar las barreras de género y acceder a la educación en ciencias. Una de las figuras más destacadas de esta época fue Caroline Herschel, hermana y colaboradora del astrónomo William Herschel. Caroline fue la primera mujer en descubrir un cometa y realizó importantes contribuciones a la catalogación de estrellas y nebulosas. En el siglo XIX, las mujeres comenzaron a ingresar en instituciones académicas y a desafiar las ideas convencionales sobre su capacidad para participar en la investigación científica. Por ejemplo, Maria Mitchell, la primera mujer astrónoma profesional en los Estados Unidos, descubrió un cometa en 1847 y fue la primera mujer en ser admitida en la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias.

En el siglo XX, las mujeres siguieron haciendo avances significativos en la astronomía, a pesar de enfrentar obstáculos como la discriminación de género y la falta de reconocimiento. Por ejemplo, Henrietta Swan Leavitt hizo un descubrimiento revolucionario al descubrir la relación entre el período de variabilidad y la luminosidad de las estrellas cefeidas, lo que permitió calcular distancias en el universo con mayor precisión. Otra de estas figuras destacadas fue Cecilia Payne-Gaposchkin, cuyo trabajo revolucionario sobre la composición química de las estrellas abrió nuevas fronteras en nuestro entendimiento del cosmos. En 1925, Payne-Gaposchkin fue la primera persona en sugerir que las estrellas estaban compuestas principalmente de hidrógeno y helio, una idea que en ese momento fue controvertida pero que más tarde se demostró que era fundamentalmente correcta. Otras figuras contemporáneas incluyen a Vera Rubin, cuyo trabajo sobre la materia oscura transformó nuestra comprensión del universo, y Jill Tarter, una destacada astrónoma que ha liderado la búsqueda de vida extraterrestre.

Con la realización de este taller, sus participantes descubrieron como a lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la astronomía, contribuyendo con descubrimientos innovadores, observaciones precisas y teorías revolucionarias. A pesar de los desafíos y obstáculos que han enfrentado, su determinación y pasión por explorar el cosmos han dejado una marca indeleble en el campo de la astronomía. Reconocer y celebrar estas contribuciones es fundamental para inspirar a las generaciones futuras de mujeres científicas a alcanzar nuevas alturas en el estudio del universo.

Además, las asistentes pudieron contemplar las estrellas a través del telescopio y la visita al observatorio de Sky Andaluz que regentan Stephane y Flavia Mandelert, un matrimonio de origen suizo-brasileño, que recibieron la distinción de “Labor en favor de Alhama” en los pasados Premios Alhama.

Actividad financiada con cargo a los créditos recibidos del Ministerio de Igualdad, Secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género.