Con cerca de tres siglos de historia, la restauración ha sido dirigida y supervisada por el alhameño Pablo Moreno y llevada a cabo por el relojero monumental José Martín, acompañado de su hijo, y en su restauración ha empleado cerca de cinco meses y diferentes técnicas para devolver a este mecanismo de relojería su antiguo esplendor.
Tras desmontar las diferentes piezas del reloj una a una, el mecanismo fue trasladado al taller donde durante meses se ha limpiado cada uno de los engranajes, empleando en algunos casos el arenado, técnica en la que se proyecta a presión granos de arena especial para eliminar el óxido incrustado.
Finalizada su restauración, el pasado jueves, 2 de noviembre, se procedía al montaje provisional del reloj en la recepción del CIAG. La intención es que un futuro, se pueda volver a colocar en su lugar de origen, en la torre, a modo expositivo, ya que, aunque tras la limpieza está operativo de nuevo, no está prevista la sustitución del mecanismo electrónico actual por el original.
Mientras, todas aquellas personas que visiten el CIAG podrán contemplar esta joya de los relojes mecánicos, construida hacia 1760 por el relojero granadino Joseph Lorenzo Corona.
Esta actuación ha sido llevada a cabo a través de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Alhama de Granada.