Campaña 25N de los Centros Municipales de Información a la Mujer de la provincia «Hacemos Camino»

Finaliza esta campaña que con motivo de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género, 25 de noviembre, han realizado los Centros Municipales de Información a la Mujer de la provincia, recursos cofinanciados por el Instituto Andaluz de la Mujer, y en la que, a través de diferentes slogan, han querido poner el foco en diferentes aspectos de la violencia de género presentes en nuestra sociedad.

Las personas menores de edad son las más vulnerables e indefensas en los entornos de violencia machista. Son también las más ignoradas y maltratadas por el sistema. Solo un 2,9% de las medidas de protección dictadas sobre casos de violencia machista en 2018 incluían la suspensión del régimen de visitas de los maltratadores con sus hijos e hijas, según datos del Consejo General del Poder Judicial.

La vivencia del maltrato por razones de género y, en mayor medida, la experiencia de un feminicidio, resulta demoledora para niños y niñas en muchos sentidos. Les puede acarrear graves consecuencias a lo largo de toda la vida, no solo a causa de las acciones de los agresores machistas, también por la violencia ejercida por la administración que denuncian.

A menudo “se olvida que estas niñas y niños no son meros testigos de la violencia machista sino víctimas”, apunta la fiscal de violencia de género de Valencia, Rosa Guiralt. Pueden ser las vidas sobre las que se descarga la violencia vicaria –las agresiones o asesinato de niños y niñas para infligir daño a las madres–, o el arma que los agresores machistas utilizan, aprovechando la desprotección de los menores, para matar en vida a las mujeres.

De 2013 a junio de 2020, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género ha registrado 37 niños y niñas asesinadas, de las cuales 31 –el 91%– lo fueron por sus padres biológicos.

Combatir todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño irreparable como el asesinato de su hij@s, sufrimiento físico, sexual o psicológico y económico para la mujer, tanto en la vida pública como en la vida privada, debe ser una cuestión de Estado, ya que la violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

HACEMOS CAMINO”

25 de Noviembre, esta vez marcado por la crisis económica y social provocada por la pandemia del coronavirus (COVID19) nos está golpeando duramente en todo el mundo, en particular, a las mujeres, siendo las más afectadas de los sectores esenciales que están en precario.

Esta realidad ha expuesto otra de manera más virulenta: La violencia de género; asesinatos y maltrato en las relaciones sentimentales, agresiones sexuales, acoso sexual y por razón de género, etc.

Durante la pandemia, se han incrementado las dificultades para afrontar la violencia de género como consecuencia del aislamiento social, los retrasos judiciales y administrativos y la insuficiencia y demora de las medidas adoptadas, entre otros. Las instituciones y sociedad civil deben trabajar unidas para su prevención desde el análisis crítico y creando oportunidades que generen Igualdad entre mujeres y hombres.

En la conmemoración del 25 de Noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género, desde Las Concejalías de Igualdad de Ayuntamientos de la provincia de Granada y en sus nombres los Centros Municipales de Información de las Mujeres que llevan tanto tiempo HACIENDO CAMINO junto a las mujeres de los Municipios, en un trabajo colaborativo y homogenizado han diseñado esta campaña que actúe como vehículo conductor para informar y concienciar para afrontar ésta lacra social que es la Violencia que se ejerce sobre las Mujeres tal como se recoge en la legislación nacional – autonómica y en las recomendaciones de las organizaciones internacionales, la finalidad es REIVINDICAR que se cumpla el derecho a una vida libre de violencia PARA TODAS LAS MUJERES sus hijas e hijos.

“Mujer y diversidad funcional mayor vulnerabilidad”

Las mujeres con diversidad funcional siguen siendo invisibles en las estrategias y políticas sobre violencia machista. Es difícil admitir que una mujer con discapacidad ha sido objeto de violencia o abuso por lo cual sea  tan complicado elaborar estrategias políticas y programas, especialmente en los sectores de educación, empleo y Salud para promover la autonomía y la plena participación de las mujeres y las niñas con discapacidad en la sociedad, así como, para combatir la violencia contra ellas.
La fuerza del estigma social sobre las mujeres con diversidad funcional y el no reconocimiento social del relato de las propias mujeres hacen que a pesar de la magnitud de la discriminación, la violencia permanezca invisibilizada y silenciada.

Los cuerpos de las mujeres no son MERCANCÍAS”

La prostitución NO es el “oficio” más antiguo del mundo. Es la explotación, la esclavitud y la violencia de género más antigua que los hombres inventaron para someter y mantener a las mujeres a su disposición sexual. Es una clara forma de violencia de género, ya que lo que las mujeres prostituidas tienen que soportar como mínimo, equivale a lo que correspondería a la definición aceptada de acoso y abuso sexual.

¿El hecho de que se pague transforma ese abuso en un empleo al que se quiere dar el nombre de “trabajo sexual comercial”?. Regularla implica legitimar las relaciones patriarcales. Integrarla en la economía de mercado implica reconocer una alternativa laboral aceptable para las mujeres y que no sea necesario remover las causas y las condiciones que la posibilitan.

¿Cómo vamos a educar en igualdad con mujeres tras los escaparates como mercancías o es que acaso es un posible futuro laboral para nuestras hijas?

«La Pornografía no es un modelo sexual saludable»

“La pornografía genera una distorsión de lo que es la sexualidad “

El contenido de las páginas pornográficas es cada vez más violento y está siendo visto mayoritariamente por jóvenes y niños desde los 10 años de edad, siendo un 70% de los jóvenes de entre 16 a 29 años los que resuelven sus dudas respecto a la educación sexual mediante internet o con amig@s.

Psicólog@s, pedagog@s y sexólog@s coinciden en señalar que el aumento de la violencia machista entre menores y jóvenes está bastante vinculada a la pornografía y la sociedad en su conjunto tiene que hacer una reflexión sobre qué está pasando y los efectos de las imágenes pornográficas ya que en esas páginas webs la imagen que se presenta de la mujer y la sexualidad que se enseña es un drama, donde se cosifica y agrede a la mujer, siendo un consumo que sin una Educación Sexual Sana previa en casa y en las aulas, impide que l@s jóvenes sean críti@s y esto les dificulta distinguir entre realidad y ficción en el ámbito del sexo. 

Solo SÍ es SÍ lo demás: AGRESIÓN SEXUAL”

Las palabras importan, y tal y como nos recuerda el Convenio de Estambul, estamos ante un delito cuyo elemento definidor debe ser única y exclusivamente la falta de consentimiento prestado de manera libre y expresa por la mujer.

A partir de ahí, podrá el legislador y también los tribunales de justicia agravar la conducta del agresor teniendo en cuenta los otros factores que concurran.

Está en manos de los legisladores y de los actores jurídicos clarificar algo que la sociedad reclama a gritos: Solo sí es sí, el resto es violación. 

¡¡Ser joven no te libra!!, detecta las señales”

Muchas y muchos jóvenes piensan que “ a ellas/os, no les pasan estas cosas”, que “ la violencia en pareja, es sólo cosa de adultas/os/”, “las chicas y los chicos de hoy en día, sí sabemos darnos cuenta del problema”, que “las chicas y los chicos, somos iguales”…

Pero no, la violencia machista está también presente en las parejas de jóvenes, una parte de nuestra juventud está expuesta, a veces sin saberlo, a factores de riesgo, que facilitan y perpetúan relaciones violentas, reproducen roles sexistas e imitan modelos de desigualdad y estereotipos de género; con el peligro que supone de que la violencia iniciada y no frenada a estas edades, se extienda y perpetúe en sus relaciones adultas.

Por eso es tan importante la formación para la detección en edades tempranas, de este tipo de conductas.

Por internet también es delito: ACOSAR, INSULTAR, CONTROLAR…. A las MUJERES”

Utilizar redes sociales como acoso a una persona es un delito que se recoge en el Código Penal y que podría incluso conllevar penas de prisión de varios años. Dependerá del delito en cuestión que la persona esté realizando y dependerá de otros agravantes como puede ser que exista publicidad y se hayan propagado en una red social, por ejemplo.

Enviar contenidos sexuales y difundirlos sin consentimiento puede acarrear hasta un año de prisión, por ejemplo, o se amplía hasta los cinco años si se han obtenido las imágenes sin el consentimiento de las víctimas. También las injurias en redes sociales están castigadas con multas de 6 a 14 meses en los casos menos graves o de inhabilitación de profesión o cargo público hasta dos años en caso de que se trate de un ataque contra determinados colectivos. En delitos de injurias o calumnias al Rey o la Reina o cualquier ascendiente o descendiente te podrías enfrentar hasta penas de prisión de seis meses a dos años si se trata de calumnia o injuria grave o de una multa de seis a doce en casos leves.

Agredir, insultar, aislar, controlar, culpar, humillar, NO es AMOR, es DELITO”

La violencia de género se sigue cobrando decenas de vidas cada año en nuestro país. Son muchas miles las mujeres que sufren agresiones en sus hogares. Sin embargo, todavía muchas personas no saben identificar qué es maltrato ni dónde empieza.

¿Cuáles son las primeras señales? ¿Qué se puede consentir y qué no?

Es importante aclarar esas dudas porque «hay muchos comportamientos que la mujer identifica como muestras de amor y que son señales de lo que puede convertirse en una relación violenta, como el intrusismo constante en la vida diaria, el control excesivo, el hostigamiento, los gritos, la celos, las llamadas de teléfono continuas y la exigencia de compartir las claves de redes sociales o ‘smartphones’. El aislamiento del círculo de amigos o de la familia; los comportamientos posesivos como la imposición de una determinada forma de vestir, pensar o actuar, ridiculizar a la mujer y hacer que se sienta culpable son actitudes muy determinantes de maltrato físico o psíquico».