Organizado por la Concejalía de Juventud y con la colaboración de Diputación de Granada, Juventud e igualdad, los pasados 28 y 29 de diciembre se celebraba en la Panadería Juanma Palacios este taller, donde los participantes pudieron conocer de la mejor fuente, el panadero Juanma Palacios, los secretos para elaborar un pan casero y un sabroso Roscón de Reyes.

En la elaboración de un pan casero es fundamental usar las cantidades exactas en función de la cantidad de masa que se quiera obtener. Una vez mezclados los ingredientes en los diferentes bol de los que disponían cada participante, cada uno de ellos, comenzó a amasar y dar una primera forma redondeada a esta masa. Tras esta primera forma, se invitó a los participantes a dividir la masa, dándole formas diferentes, momento en el que la imaginación de cada uno jugó un papel fundamental. Roscas, barras, tornillos y panecillos, fueron las formas seleccionadas. Una vez hecho esto se introdujo en la nevera durante un par de horas, para que esta masa fermentara, lo que hace que aumente de volumen. Con un tiempo mayor de fermentación se obtiene un pan mejor, pero en esta ocasión, en la que el tiempo jugaba en contra, bastó con ese tiempo para obtener una masa esponjosa. Tras sacarlo de la nevera, y antes de ser introducido finalmente en el horno, calentado a fuego fuerte previamente, se les realizó a cada una de las piezas los cortes característicos de cualquier pan que, lejos de ser meramente estéticos, cumple una función importante durante la cocción impidiendo que los gases acumulados en el interior de la masa durante la fermentación hagan reventar la masa, ofreciéndole un aspecto feo. Tras esperar el tiempo prudencial de algo más de media hora, en el que el vapor del agua en el interior del horno juega un papel importante para evitar el resecado de la masa por el excesivo calor, por fin los participantes pudieron llevarse a su casa un pan casero hecho con sus propias manos.

El segundo día, y acorde a estas fiestas, los participantes pudieron conocer los ingredientes y la receta para hacer un rico Roscón de Reyes. Una vez realizada la masa inicial, distinta a la que se usa para el pan, cada uno de los participantes comenzó a darle forma a lo en pocas horas se convertiría en un suculento Roscón de Reyes. Tras esta primera forma y pasar una hora en la nevera, para que la fermentación, al igual que en el pan, ayude a subir la masa, se dispusieron a adornar al gusto cada uno de ellos con las típicas cerezas y fruta escarchada. Adornados ya, fueron introducidos de nuevo en la nevera un tiempo y finalmente en el horno durante una media hora aproximadamente, hasta que alcanzaron el color y la esponjosidad característica de este dulce navideño. Mientras tanto, los participantes degustaron un bollo “preñao” relleno de morcilla, elaborado por ellos mismos. Una vez fuera del horno todos los roscones, sólo faltó rellenarlos con nata, a elegir entre nata con cacao o sólo nata, introducir las tradicionales figuritas de los reyes magos y el haba, que como manda la tradición le toca pagar el roscón del año siguiente al que se la lleva. Después unos brochazos de gelatina líquida y azúcar glass para adornar la superficie y listos para ser introducidos en la caja y por supuesto, saborearlo en familia.

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