Al frente de este ropero de Cáritas, Fina Moreno Cabello, que recuerda que llegó invitada por Mari Carmen Arrabal y desde entonces sigue aquí, junto a Charo Crespo Cortés, Beatriz Melitón Ruíz, Rosa Espejo López y Jeanette Vargas, sus compañeras en esta importante labor desinteresada, asegura “me siento orgullosa de la gente de mi pueblo”.
Llevan ofreciendo su labor desde 2012, cuando se recogían simplemente ropa para niño en una pequeña habitación donde se daba catequesis hasta que en 2014, se trasladaron a las instalaciones municipales, situadas junto al CEIP Cervantes. Actualmente, y gracias al boca a boca, se han convertido en un lugar indispensable para aquellas personas que se ven privados de lo más elemental como es la ropa y el calzado.
Actualmente dan atención a un total de 115 familias a las que se les ofrece la ropa y calzado que puedan necesitar con la opción de volver al ropero al cabo de dos meses a por más ropa, salvo urgencias como roturas de calzado, etc.
Pero es tanta la cantidad de ropa que reciben de los alhameños y que se acumula en este armario, que el espacio se vuelve cada vez más pequeño para albergar tanta generosidad, de modo que cada cierto tiempo, un mes aproximadamente, envían una furgoneta llena de ropa a Cáritas Granada, sobre todo la de personas mayores, ya que los que acuden normalmente a este ropero suelen ser jóvenes o trabajadores con edades entre treinta y cuarenta años.
Entre sus estanterías, mobiliario que fue donado por Galerías Álvaro cuando finalizó su actividad así como parte de la ropa que aún le quedaba, pueden encontrarse toda clase de chaquetas, chaquetones, sábanas, edredones, calzado, cuidadosamente ordenado por sexo y edades para ser fácilmente localizable, saquitos o camisas. Pero la solidaridad de la gente no acaba aquí y cuando se aproximan estas fechas tan especiales entre sus estantes también pueden encontrarse toda suerte de peluches y juguetes que irán a parar a aquellos niños cuyas familias no puedan permitirse comprar un juguete.
Nepal o Marruecos son algunos de los lugares hasta donde ha llegado la ropa salida de este ropero solidario, un ropero donde estas mujeres se afanan “por amor a los demás” en atender las necesidades de aquellas personas que más lo requieren.
Fina resume su labor y la de sus compañeras con una frase de Santa Teresa de Calcuta: No tenemos en nuestras manos la solución a los problemas del mundo, pero ante los problemas del mundo tenemos nuestras manos.