De nuevo, sensibilidad, veteranía y juventud se volvieron a dar cita en el marco incomparable de las Mazmorras para celebrar la octava edición de esta actividad en la que la protagonista es la poesía, catalogada como la más importante de las artes en la Grecia helenística.
El pasado día 14 de julio, dentro de la programación del verano cultural de Alhama de Granada se celebraba el VIII Recital de Poesía que, como cada año, acoge las Mazmorras. Para dar la bienvenida al público presente se encontraba Ángel Muñoz, Concejal de Cultural, quién destacó la importancia de este tipo de actividades “con una importante carga de sensibilidad”. Antes de dar paso a los diferentes poetas, Muñoz cedió la palabra a Pilar Espejo, directora del Centro Ocupacional El Lucero, quién quiso agradecer públicamente la solidaridad de Salvador Arias, quién además de colaborar activamente con el centro en talleres de teatro, donará la recaudación de la venta de su libro, Besos, Versos del Alma, para la colocación de una plataforma elevadora en el centro que les permita acceder al piso superior. Tras las sentidas palabras de agradecimiento de Pilar Espejo, Ángel Muñoz fue el primero en intervenir con la lectura de un poema de Manuel Benítez Carrasco.
Tras la lectura de este poema, se fueron sucediendo por el atril los diferentes poetas. Matilde Muñoz y Juan Cubo recitaron a dúo algunas letras de Gabriel Rojas Triviño, un cantaor alhameño conocido como “Beloyo” que, pese a ser analfabeto, componía sus propias coplas utilizando su memoria como único apoyo.
También Jesús Ruiz volvió a ser protagonista, junto a su nieta, Sara, recitando el uno una poesía dedicada a ella y la otra con un hermoso poema que su abuelo le escribió.
Juana Olmos hizo otro tanto con la lectura de un poema de autoría propia y Mª Teresa Millón con un poema de Mario Benedetti cargado de sensibilidad y Antonio Gordo con un repertorio de poemas.
El veterano Antonio López Ordóñez, vecino de Santa Cruz del Comercio, puso la nota de humor a la noche con sus ingeniosos pareados dedicados a la figura de la suegra y una serie de piropos cortos que dedicó a Pilar Espejo. Antonio Molina, quién volvió a participar tras un año de ausencia, recitó una serie de poemas, uno dedicado a la perdiz y el otro a nuestro plato más típico: la olla jameña, que como él manifestaba, “se comía tres veces al día… porque no había otra cosa que comer”.
La velada también contó con la participación de Salvador Arias Jiménez, de raíces alhameñas quién en agradecimiento a las palabras de Pilar Espejo expresó “son realmente ellos los que me enriquecen con su bondad e inocencia”. Leyó dos pinceladas del poemario que ya presentará en público el año pasado.
Finalizadas las intervenciones previstas, fue el turno de los bis y espontáneos. Juan Cubo y Matilde Muñoz que recrearon una trifulca en verso del autor de Don Juan Tenorio. Por su parte, Juan Valladares intervino como espontáneo para leer unas palabras del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, con la que se dio por finalizada esta nueva cita con la poesía con la vista puesta en la siguiente edición.
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