El pasado día 22 de julio el Salón de Actos del Excmo. Ayuntamiento de Alhama de Granada albergaba un año más la ceremonia de entrega de premios del longevo Certamen Literario Ciudad de Alhama que en esta edición cumple 54 años.
El acto contó con la presencia en la mesa de Rafael Ochoa, Concejal de Igualdad, Mari Paz García, bibliotecaria de la Biblioteca Municipal Inocente García Carrillo, los miembros del jurado Juan Larios Larios, Doctor en Historia del Arte y Andrés Cuevas Navas, Catedrático de Historia, además de los cuatro premiados de esta edición.
Abrió el turno de intervenciones, Rafael Ochoa que, tras palabras de bienvenida y de agradecimiento a los miembros del jurado, cedió la palabra a Mari Paz García, Bibliotecaria de l minicipio que, en calidad de secretaria del jurado, dio lectura del acta del certamen:
En la ciudad de Alhama de Granada siendo las 10,30h del día 27 de Junio, se reúnen en la Sala de Comisiones del Ayuntamiento de Alhama de
Granada los Miembros del Jurado Calificador del LIV Certamen Literario “Ciudad de Alhama” convocado por la Concejalía de Cultura con la colaboración de la Diputación de Granada, a través de la Biblioteca para deliberar los trabajos presentados.
El Jurado compuesto por los siguientes miembros:
Presidente:
Jesús Ubiña Olmos, Alcalde Presidente de Alhama de Granada.
Miembros:
Inés Guerrero Espejo, Profesora de Literatura en el Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Granada.
Juan Larios Larios, Doctor en Historia del Arte.
María Isabel Grande García, Profesora de E. Primaria.
Andrés Cuevas Navas, Catedrático de Historia.
Y Mari Paz García Prados, Bibliotecaria en calidad de Secretaria,
Tras larga deliberación deciden dar los siguientes premios:
PREMIO DE POESÍA (Diploma de Honor y 500 euros)
Título: GAVILLAS DE SOLEDAD
Autor: MANUEL LUQUE TAPIA
TEMA ALHAMEÑO (Diploma de Honor y 250 euros)
Título: UN PASEO POR ALHAMA
Autor: JOSE IGNACIO MOLINA BENITEZ
LOCAL INFANTIL DEL C.E.I.P. “CERVANTES” (Diploma de Honor y un cheque de 50 euros para material educativo)
Título: LA SERENATA DE ALHAMA
Autora: BRIGIDA GUERRERO PEULA 6º CURSO
LOCAL INFANTIL DEL C.E.I.P. “CONDE DE TENDILLA” (Diploma de Honor y un cheque por valor de 50 euros para material educativo)
Título: EL SUEÑO.
Autor: DIEGO RIVERA MOLINA 5º CURSO
Continuando con el protocolo establecido, se hizo entrega de los diplomas a los ganadores para concluir el acto con la lectura de los trabajos premiados por voz de sus propios autores a excepción de Brigida Guerrero que no pudo asistir y fue su tía quien recogió el premio y dio lectura a su obra.
A continuación transcribimos los trabajor premiados en esta edición:
Gavillas de soledad, Manuel Luque Tapia
Anciano hecho de tiempo,
noble, viejo, nudoso,
Ascua que fuera de un fuego
que hoy es ceniza,
frágil fábula de un sueño marchito,
va y viene del ayer al presente
al compás de la vieja mecedora,
morriña de un tiempo pasado
que redime la espera.
Solo y sin rencores
solo y sin palabras,
templado y sin prisa,
las manos frías llenas de tristeza,
cuarteadas las palmas,
su piel asemeja la corteza de un árbol.
Arrugada y seca como sus propias entrañas,
pero donde se puede leer
-tal que si fuese un libro-
la historia de una vida dura
gastada en oficios que mataran el hambre.
Cierra los ojos y piensa en su vida
como quien recuerda un poema,
rumorosa nostalgia
que abriga el alma de sempiterna tristeza,
dolorosa morfina para sobrevivir,
éxtasis para uno solo,
enredadera de recuerdos
celosamente ocultos en la achacosa
abstracción del jardín de la memoria.
Pero ha llegado el invierno
con su leprosa angustia
y mientras sobre él se desploman
gavillas de soledad,
sus ojos profundos y vidriosos
por quién sabe qué recuerdos,
parpadean encendidos
dejando una lágrima al borde del abismo.
¿Qué vientos te trajeron,
anciano tallado de años,
a esta orilla de luna partida,
con las cabañuelas apuntando
gélido frío en tu costado
y un cielo ciego de estrellas?
Y mientras habita
el exilio de su propia sombra,
los ojos puestos en el infinito,
el chirriante balanceo de su aposento
difumina lentamente la plástica hermosura
de una vida hecha añicos
por el acoso inclemente del tiempo,
verdugo cruel que nunca perdona.
Se mira las manos
como si de sus dedos,
sarmentosas ramas,
chorrearan recuerdos,
hojas ya secas,
días sin regreso sobre un futuro que no existe,
y se pregunta ¿hasta cuándo?
El silencio anuda su lengua,
tan solo de vez en cuando un hondo suspiro
muerde la afonía de un tiempo
que bebe a lentos sorbos,
asilado en los recuerdos de una vida
tan dichosa como hoy ajena.
Se mira de nuevo las manos,
rastrea sus huellas
y sigue trenzando tiempo y recuerdos
desde un limbo de hielo
que gota a gota se derrite en la espera,
porque sentado en su vieja mecedora
hoy se va muy despacio a la muerte
como antaño con brío a la siega.
Un paseo por Alhama, José Ignacio Molina Benítez
Tan señora y derramada como su grieta
Su chimenea tan maroma tan visceral
Humeando vuelan sudores de la tierra
Inclinada y firme en puerto Marchán
Que blanca desayuna tacita plata
Tras ríos de bolsas ahorcadas en viral
‘Merceores’ en ocaso entusiasmados
Apeando gatos voladores en recital,
Alhama fuente de oliva y prestigio forjado
Amante de nobles, hidalgos y caballeros
A los que brinda sus almas y sus ajuares
Para su caminante que ya es heredero.
Sureña de fachada blanca y sayo verde
Purísimas las vísceras veredas de harina
Donde trotan sosegados los menesteres
Forjada y ansiada por reinos y coronas
De árabe almohada tras infancia romana
Encarnándose alta, orgullosa y cristiana
Inocentes mascarones cantan florido
Caricaturas de pitorreos en vendaval
Brotan ideas del ingenioso ensimismado
Apuntalando las críticas como aval,
Asoma Angustias lagrimada por la ‘boega’
Uvas de colores peregrinan en tertulia ritual,
Despolvan otros fe y creencias trajeadas
Es dios aclamado la sabrosa sangre frutal
De paraíso terrenal y por la virgen elevada
Moreno y pálido son también fiesta nacional
Es nómada y de siete pisos su cueva,
Bipolar es la actitud de san Juan estival
Descaro de camisas azules, su ojo chilla
Piratas sacuden noches de fresco cristal.
Andrés libera versos en Plaza los Presos
¡Ay de mi Alhama! llora el eco del robledal
Se fue Augusto por la puerta de Granada
Nacen lechos de hojas de álamos y nogal
Ángeles por el camino del conde de Tendilla
Divisan entristecidos a los chopos en cenital
La luz fatigada vuelve antes al zaguán
Retornan alegres candelas y braseros
Nacen sopas cocinadas con esmero
Alborotos ponen al maestro el delantal
Las agujas cambiaron de compás,
Adarve de Remedios y zapateros
Ni Alfonso XII evita la soledad
Las estaciones ya no son multitud
el ojo chillón no quiere ser viandante
prefiere tardes de caminos romanceros,
olvidando a las otras dos amantes
Más que digna forjando su identidad
con cantos, memorias y simpatía,
por el cementerio los burros nevando
la pascua llega sonando punto y final.
La serenata de Alhama, Brígida Guerrero Peula
Claudia era una niña que vino a vivir a Alhama, su familia era riquísima y estaba rodeada de multitud de sirvientes. Ella era un poco inútil con las tareas de la casa y de la vida cotidiana, no sabía atarse los zapatos. Sin embargo, era toda una artista tocando la guitarra y componiendo serenatas.
En el colegio lo pasaba mal, sus compañeros se burlaban de ella: no sabía recortar, ni nadar, …un día en clase de natación, ¡se tragó media piscina!
Con sus padres no quería hablar de cómo le había ido el día.
Así día tras día…
Una noche Claudia estaba muy disgustada, tanto como para fugarse de casa, se llevó su guitarra y su libro de componer canciones. Pensaba vivir del dinero que consiguiese. Diseñado su plan, se sentó en un banco de la plaza del Rey. Se acercó su amiga Sara y le preguntó: -” ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en casa?”-.
-” Sí, pero me he fugado, soy un desastre en el colegio y no quiero hablar de ello”- le respondió Claudia.
Sara dijo: -” ¿Quieres venir a mi casa?, se lo explicaremos a mis padres, ellos seguro que te ayudan a ponerte al día”.
-” Gracias”. Respondió Claudia.
En casa de Sara, se lo explican a sus padres, ellos comprenden la situación, se ofrecen para hablar con los padres de Claudia y enseñarle a ella todo lo que debería de saber.
Después de idear un plan, encuentran la solución a sus problemas con un Campamento de Verano Musical.
Todos están de acuerdo, padres e hijas.
Un mes para disfrutar y ser autónoma.
Llegó el día del campamento, Sara y Claudia prepararon sus mochilas, lo que nunca podía faltar para el Robledal era su libreta de componer canciones y la guitarra. Sara y Claudia siempre estaban juntas. Claudia aprendió a ser autosuficiente.
Todas las noches hacían una velada: cantaban, leían historias… La última noche todos estaban muy tristes. Se quedaron en sus tiendas. Sara y Claudia, muy emocionadas, compusieron su mejor serenata.
“La serenata alhameña”, todos la oyeron y se maravillaron de tanto talento.
Ahora cada vez que hay luna llena las dos se juntan en el paseo del Cisne y cantan su serenata:
“En las noches de luna
de luna llena,
cuando Alhama se siente
lozana y se engalana,
se mira en su río y
su cara queda reflejada…”
Y todo esto acompañado de una bonita melodía de guitarra.
El sueño, Diego Rivera Molina
Había una vez
un niño risueño
que estaba dormido
y tenía un dulce sueño.
El niño soñaba
que estaba en la luna
saltando, gritando
desde la cuna.
De repente aparece un león
con cola larga y
ojos como limón.
¡Qué subidón!