Las IX Jornadas Ecoturísticas de Alhama de Granada se clausuran con éxito de participantes que han quedado muy satisfechos con las actividades programadas, unas actividades que nos descubren los sabores de los productos artesanales, la cultura e historia de nuestro municipio y la riqueza medioambiental de nuestro entorno natural, teniendo siempre presente la importancia y el respeto a la naturaleza.
El Ayuntamiento de Alhama de Granada a través de sus concejalías de Medio Ambiente y Turismo ha vuelto a celebrar una nueva edición de sus Jornadas Ecoturísticas con una participación de más de setenta personas, en un ambiente plenamente familiar, en palabras de la Concejala de Medio Ambiente del consistorio, Matilde Molina “estas jornadas han ido adquiriendo con cada edición más aceptación entre el público, tanto de fuera como de dentro del municipio, con un carácter muy familiar”.
A las nueve de la mañana del sábado 24 de octubre, primer día de las Jornadas, Molina daba la bienvenida a todos los asistentes a la entrada del Ayuntamiento de Alhama de Granada, manifestando su satisfacción por el éxito de participantes, y recordándoles las distintas actividades programadas para los dos días. A continuación, Silverio Gálvez, encargado de guiar la ruta de los quesos informó brevemente sobre el desarrollo de la misma, poniendo en antecedentes sobre la diversidad de sabores de quesos que iban a tener ocasión de degustar, pese a derivar todos del mismo tipo de cabra, la granadino murciana. También recordó que cada una de estas degustaciones iría acompañada de distintos vinos de Bodegas Aranzada.
La primera de las paradas fue en la Quesería Cortijo Arroyo donde, de manos de la maestra quesera Lola, pudieron conocer el proceso de elaboración del queso así como los distintos tipos que elaboran: queso base, con tomillo y un último en aceite. Sobre el requesón, resultante del suero que sobra en la elaboración del queso, la maestra quesera recordó que se trata de un producto cien por cien proteínico, sin grasas, y con el que resulta más fácil asimilar su calcio, al contrario que la leche. Por su parte, Silverio Gálvez explicó las particularidades del ecosistema de aquella zona, en el que pastan las cabras, y que le confiere el sabor característico al queso.
En la Quesería Cortijo Júrtiga, la segunda en ser visitada, los participantes en las jornadas, conocieron todo el proceso de elaboración del queso, desde su ordeño, hasta su resultado final que se almacena en cámaras frigoríficas. Esto es así, porque en esta quesería se lleva a cabo todo el proceso desde el cultivo del cereal, cría y cuidado del ganado, ordeño de la leche y elaboración artesanal del queso. Esto les permite cuidar la calidad y el buen hacer desde el inicio hasta el final. A su vez sus cabras tienen el privilegio de pastar diariamente en una amplia extensión de terreno en el paraje de Júrtiga, caracterizado por su valor ambiental y ecológico, lo que confiere al queso una gran calidad y sabor. Aquí, se pudo realizar la degustación, acompañada de vino blanco, de sus dos productos: queso, realizado con la receta tradicional del municipio y requesón.
Para terminar la ruta de los quesos, se visitó la Quesería Cortijo Aserradero, que a pesar de su corta trayectoria, con apenas tres años de existencia, ya han conseguido alzarse con premios gastronómicos gracias a sus innovadores sabores, que les valió el segundo premio en el VI Concurso Andaluz de quesos artesanos “Sierra de Cádiz”, además de su participación en numerosas ferias de muestras donde dan a conocer sus productos. De nuevo, los asistentes pudieron comprobar como la Sierra de Loja, donde pastan las cabras de esta quesería, le proporciona un sabor “leñoso” a este queso.
Para concluir la ruta, que Silverio Gálvez de diferentes leyendas y anécdotas del municipio, éste recitó el conocido “Ay, de mi Alhama” que arrancó el aplauso del público presente.
Tras una mañana de sabores y saberes, los participantes repusieron fuerzas en la Hospedería Restaurante el Ventorro, tras lo cual tuvieron ocasión de realizar una visita guiada por técnicos de la Oficina de Información Turística Municipal al Centro Expositivo del Perímetro Amurallado de la Alhama Medieval, donde pudieron conocer algunos datos de cómo se distribuía funcionaba Alhama en aquel periodo de la historia.
Esta primera jornada finalizó en las Mazmorras con “Los cuentos del Vino” del cuentacuentos Arturo Abad, quién durante una hora arrancó sonrisas y carcajadas del público presente. Al término, cada uno de los Asistentes fue obsequiado con una pequeña muestra de queso de las distintas queserías locales visitadas por la mañana.
La segunda jornada comenzó con un desayuno en uno de los bares más populares de la localidad, Bar El Tigre. Tras el desayuno, los participantes de estas jornadas se desplazaron al área recreativa El Robledal, situado en el límite del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama para continuar con el programa de actividades.
Vicente Hernández, Agente de medio ambiente del Parque Natural, les dio la bienvenida e hizo una breve exposición sobre la resina, una sustancia natural presente en numerosos productos de uso diario como pegamentos, chicles o colonias y el oficio de resinero que fueron el tema central de este segundo día. La resinación fue una actividad económica en la zona durante décadas, pero que acabó por abandonarse debido a motivos económicos. En la actualidad, se ha retomado con la resinación de cerca de 50.000 pinos dentro del parque.
Miguel Fernández, un carpintero reconvertido en resinero, fue el encargado de realizar una demostración del viejo oficio de resinero en el que, a pesar de llevar poco tiempo, algo más de un año, mostró una gran habilidad con las herramientas, sin duda herencia de su anterior trabajo, también ligado a los árboles. Tras la demostración, los más pequeños tuvieron ocasión de participar en la recogida de resina ayudándose de un particular “exprimidor” de fabricación casera, que facilita esta labor. Una actividad divertida, pero para Miguel Fernández, encargado de la resinación de 7.500 pinos, requiere un gran esfuerzo y sacrificio.
Para la resinación de estos pinos se emplea la técnica de pica de corteza ascendente, una técnica sostenible para el medio ambiente ya que se va rotando la zona de extracción, de forma que al volver al punto de inicio, el árbol ha vuelto a generar la corteza.
No obstante, el futuro lejano de estos árboles enclavados en la zona denominada El Robledal, no es el de la resinación, ya que progresivamente y a largo plazo serán sustituidos por encinas, quejigos y robles, especies autóctonas y que originariamente poblaron este entorno dándole el nombre por el que ahora se le conoce.
Tras el taller, los asistentes a estas jornadas ecoturísticas realizaron una pequeña ruta guiados por Vicente Hernández que amenizó el trayecto hasta los Barracones con datos sobre la flora y fauna autóctona. En torno a las tres de la tarde culminaron las actividades con un estupendo arroz de la mano del cocinero local, José “El Gallo” que hizo que más de uno repitiera plato.
Antes de regresar a Alhama, el Ayuntamiento obsequió a los participantes con un pote de resinar de arcilla con el nombre de El Robledal como recuerdo de las jornadas.
El Ayuntamiento de Alhama de Granada quiere mostrar su agradecimiento a todas las personas y empresas que han colaborado en este evento, a Silverio Gálvez Moyano, por su predisposición y buen hacer, queserías, establecimientos hosteleros, transporte, guías y personal del ayuntamiento, y especialmente agradecer a Vicente Hernández y Miguel Fernández, no sólo su participación, sino su esfuerzo y ejemplo diario de respeto y conservación de la naturaleza, valores que forman parte de estas jornadas, subrayando el prefijo eco en su título.