La compañía La Luna Teatro ofreció la adaptación teatral de la novela de L. Frank Baum, que fue llevada a los cines en 1939 de la mano de Víctor Fleming e interpretada por Judy Garland.
El pasado sábado 22 de agosto, los Jardines del Castillo se llenaban de magia con la representación teatral de un clásico del cine: El Mago de Oz. Durante una hora, las más de cuatrocientas personas que asistieron vivieron junto a la pequeña Dorothy, sus aventuras en el maravilloso mundo de Oz, tras ser arrastrada por un tornado desde su Kansas Natal. En compañía de su pequeño perro Totó, Dorothy deberá encontrar la manera de poder volver a casa, pero para ello tendrá la ayuda de los diferentes y extravagantes amigos que irá conociendo en su recorrido por el camino de baldosas amarillas. Un espantapájaros sin cerebro, un hombre de hojalata sin corazón y un león sin valor serán sus principales aliados en la búsqueda del misterioso mago de Oz quién al parecer, es el único que la puede hacer volver a su querida granja de Kansas junto a su tía Emma.
Durante este recorrido, el pequeño público asistente tuvo ocasión de interactuar en la obra ayudando a desengrasar al pobre hombre de hojalata que lleva años sin moverse o intentando vencer al temeroso león en un imposible pulso, además de ayudar a los personajes en todo momento, coreando por ejemplo las palabras necesarias para viajar hasta la Ciudad Esmeralda.
Al finalizar su mágico periplo y tras vencer a la malvada bruja del Oeste, los personajes descubren que no necesitan la ayuda de ningún mago porque todo aquello que deseaban, inteligencia, valor y corazón, se alberga en su interior. Dorothy, con la ayuda de la Bruja Buena del Norte consigue al fin volver a casa golpeando tres veces los chapines de rubí que quito a la aplastada Bruja del Este al llegar a Oz.
Dorothy despierta de nuevo en su granja de Kansas y en compañía de su perro Totó, con la duda de no saber si la fantástica aventura que ha vivido ha sido fruto de su imaginación o realmente ha ocurrido.
La obra salpicada en todo momento por números musicales arrancó la sonrisa y el aplauso de todo el público presente en los Jardines del Castillo en esta mágica noche.
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